PAPEL DEL EDUCADOR SOCIAL ANTE EL CIBERBULLYING EN LOS CENTROS EDUCATIVOS.

El educador social “es un profesional que interviene y es protagonista de la acción social conducente a modificar determinadas situaciones personales y sociales a través de estrategias educativas" (SÁEZ CARRERAS, 1993: 183).

Es decir, el educador social es aquel profesional que realiza intervenciones socioeducativas con el fin de provocar un cambio/trasformación social, siendo los sujetos y/o grupos los protagonistas del mismo.

- Justificación de sus funciones dentro del ámbito educativo.

Las funciones del Educador y Educadora Social no están claramente delimitadas, ya que llevan mucho tiempo dedicados sobre todo a tareas de inserción social de colectivos en riesgo y a la animación sociocultural.

Con respecto a la Educación Social en centros escolares podemos decir que este profesional busca favorecer el desarrollo personal, la formación integral y el éxito académico del alumnado entendiendo que la tarea a desarrollar en el centro educativo no la puede abarcar el profesorado en su totalidad ni siquiera con la incorporación a los centros de los Departamentos de Orientación. Por lo cual, todo esto trae como consecuencia la necesidad de integración de la figura del educador/a social en alguno de los órganos del Instituto

En definitiva, el Educador/a Social con su apoyo al funcionamiento general del centro en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje y con el apoyo a la función tutorial, contribuirá a la “personalización” de la Educación realizando aportaciones tanto al profesorado como al alumnado para la mejora de su autoconocimiento y la adquisición de habilidades de inserción social y mejora de sus expectativas que desemboquen en un mejor rendimiento escolar. Entonces, ¿cuál es su rol dentro del equipo multidisciplinar?

La figura del educador/a social debe estar integrada dentro del Departamento de Orientación en los institutos. Este departamento cuenta con profesionales diferentes dependiendo de las enseñanzas que ofrezca el Instituto en cuestión y de las necesidades educativas de sus alumnos. La mayoría de Departamentos cuentan con un especialista en Psicología o Pedagogía. 

El Educador Social tiene como rol dar respuesta a las necesidades socioeducativas cada vez más complejas, derivadas de situaciones como el absentismo, el fracaso escolar, el rechazo a la escuela, las dificultades de convivencia y el conflicto en las aulas y en la sociedad en general.

Esta figura desempeña unas labores muy importantes en temas como el bullying y el ciberbullying, u otras como el absentismo escolar, violencia de género, el maltrato, el consumo de drogas, la formación de los padres y su acercamiento al centro educativo, o a la incorporación del conjunto de la comunidad social en la vida escolar. Entre las funciones que cumple, debemos destacar aquellas que se relacionan con el fénonemo del ciberbullying, estas son:

  

 Informar, asesorar, orientar al alumnado, profesorado y familias.

Organizar, desarrollar, planificar y evaluar programas socioeducativos. 

Mediación entre alumnos, profesores y familia

Enseñar habilidades sociales, educación en valores y para la ciudadanía y la    convivencia tanto fuera como dentro del centro.

Trabajar con el profesorado y aprovechar las instituciones del entorno para un correcto desarrollo educativo del alumno.

 

¿Cómo previene el ciberbullying?

Debemos señalar que su papel más importante en torno al ciberbullying, son las medidas para mejorar la convivencia en los centros, y en la sociedad en general.  Estas medidas son de carácter preventivo y tiene como el fin favorecer un ambiente socioeducativo que reduzca o elimine las posibles alteraciones de  una convivencia de paz, (como es el caso del ciberbulling), ya que la convivencia es esencial para el aprendizaje, y para la vida. Los objetivos que debe proponer son:

1.- Mejorar el clima de convivencia en el centro.

2.- Crear espacios educativos alternativos para la mejora de las conductas de los alumnos y facilitar espacios de comunicación entre los alumnos y los profesores para mejorar la conducta y la actitud del alumnado que genera conflictos en la convivencia.

Para ello, debemos incluir programas de mediación y gestión de los conflictos entre los iguales. Incluir en el proyecto educativo, actividades de sensibilización sobre el ciberbulling y sus consecuencias. Llevar a cabo programas de alumnos ayudantes y en último lugar, y no por ello menos importante, sensibilizar, informar y asesorar a la comunidad docente, y a los padres sobre el fenómeno del ciberbullying, su prevención e intervención.